Sean ustedes MUY Bienvenidx al newsletter en donde conversamos sobre abordaje de la conducta alimentaria y recuperación de desórdenes y trastornos alimentarios, desde un enfoque inclusivo.
Antes de adentrarnos en el tema de hoy, una aclaración importante: Estos artículos tienen únicamente fines informativos y educativos. No reemplazan el asesoramiento individual de ningún profesional de la salud (nutricional, médico, psicológico, psiquiátrico) y no constituyen una relación profesional-paciente.
¡Ahora si! Tengo el agrado (Agus) de inaugurar con corte de lazo y moño con tijera el ciclo 2024 de nuestros NW con un temon, que no es precisamente in your eyes de The Weeknd (ya quisieramos) sino ni mas ni menos que el concepto de peso centrismo.
Que si, que su nombre ya nos da una pauta de lo que se trata pero ¿Sabemos realmente como se puede visualizar intervenciones peso centristas? y por otro lado, ¿Que tiene de malo? Pues..
Veamos, ahora un poco mas seriamente (no prometo nada) de que se trata esto.
Nos referimos como enfoque peso centrista a los numerosos principios y prácticas de atención que priorizan al peso como principal determinante de la salud. Este enfoque se basa en el supuesto de que el peso y la enfermedad están relacionados de forma lineal, y que la enfermedad y el peso aumentan a la vez.
Así, bajo este abordaje la pérdida de peso se presenta como una forma de tratar y prevenir una gran cantidad de problemas de salud y se enfatiza la responsabilidad personal por las “elecciones de estilos de vida saludables” y el mantenimiento de pesos ¨saludables¨.
Hasta aca regio? ¿Cual seria el inconveniente? Bueno, encontramos una serie de problemillas que mi cerebro tiene muchas ganas de enlistar y poner bajo titulos en negritas.
Relación índice de masa corporal (IMC) y salud
A pesar de la creencia generalizada dentro de la comunidad médica y la población general de que un IMC más alto causa mala salud, los datos no respaldan este vínculo. En esta revisión sistemática y meta análisis se encontró que el riesgo de mortalidad fue mayor para las personas con un IMC < 18,5 (bajo peso) y un IMC > 35 (obesidad II), pero fue más bajo para las personas con un IMC de 25 a <30 (sobrepeso) y el riesgo de aquellos con un IMC de 18,5 a <25 ( peso promedio) y un IMC de 30 a 35 (obeso I) es comparable.
Nota: utilizo terminología empleada en el estudio: sobrepeso, obesidad y grados de obesidad.
Efectos del ciclado de peso
A menudo, el fracaso de la dieta se acompaña de ciclos de peso: períodos repetidos de pérdida y aumento de peso. Destacamos tres contribuciones fundamentales:
En el estudio Framingham Heart Study se examinaron la mortalidad y la morbilidad en más de 5.000 personas durante un período de 32 años. Los resultados indicaron que el cambio de peso estaba fuertemente relacionado con la mortalidad general, así como con la mortalidad y morbilidad relacionadas con la enfermedad coronaria tanto para hombres como para mujeres.
En el estudio de cohorte EFFORT realizado en Alemania se agruparon 505 hombres de mediana edad en las categorías de peso de no obesos estables, obesos estables, pérdida de peso, aumento de peso y fluctuaciones de peso. Entre estos grupos, sólo la categoría de fluctuaciones de peso se asoció con la mortalidad durante el período de seguimiento de 15 años. A su vez, la categoría de obesidad estable no se relacionó con un mayor riesgo de muerte en relación con la categoría de no obesidad estable.
Por otro lado, un metaanálisis de 29 estudios sobre programas estructurados de pérdida de peso realizados en los Estados Unidos encontró que los participantes recuperaron el 77% de su pérdida de peso inicial, en promedio, después de cinco años.
A su vez, la mayoría de estas estadísticas se toman de estudios publicados y, por lo tanto, pueden representar los hallazgos más "prometedores" en términos de mantenimiento del peso y omitir datos de las personas que abandonan y tienen más probabilidades de haber recuperado peso.
Aumento del estigma del peso
El estigma del peso se refiere a actitudes y creencias negativas relacionadas con el peso que se manifiestan como estereotipos, rechazo, prejuicios y discriminación hacia personas de mayor peso.
El énfasis en lograr un peso “saludable” implica que existe un peso saludable o “normal” que cada uno de nosotros debiera esforzarse por alcanzar y mantener.
Por otro lado, refuerza los mensajes culturales que, en general, valoran la delgadez en la mujer y la musculatura en el varón. El énfasis médico y cultural en los “pesos ideales” genera la oportunidad y refuerza el estigma del peso.
Se ha visto que experimentar sesgo de peso en entornos de atención médica puede disuadir a los pacientes con mayor peso de realizar cambios de estilo de vida saludables y sostenibles, inclusive puede posponer controles médicos de rutina o preventiva.
La evidencia indica además que el estigma del peso está relacionado con una presión arterial ambulatoria elevada, conductas alteradas del comer, insatisfacción corporal, baja autoestima y depresión entre niños, adolescentes y adultos.
El riesgo de desarrollo o mantenimiento de conductas de trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
Cada vez hay más pruebas de que las personas que intentan alcanzar y mantener un estado de supresión de peso corren el riesgo de sufrir TCA debido a la restricción necesaria para mantener un peso de supresión. A su vez, los intentos de continuar suprimiendo el peso en contexto de tratamiento de TCA se asocia con peores resultados en el tratamiento del TCA propiamente dicho.
Dado que hacer dieta se ha asociado con la aparición y el mantenimiento de trastornos alimentarios, y el cese de la dieta es un paso crucial en el tratamiento de los trastornos alimentarios, alentar a los pacientes con mayor peso a entrar en un estado de supresión mediante una dieta probablemente sea perjudicial.
A pesar de que existe amplia evidencia que demuestra que la pérdida de peso voluntaria no es sostenible a largo plazo para la mayoría de las personas y los ciclados de peso están relacionados con peores resultados de salud, las dietas restrictivas se han vuelto normativas en la cultura occidental, alimentando una industria de más de 60 mil millones de dólares por año.
si bien aún existen profesionales de la salud que, bajo un enfoque pesocentrista, continúan desarrollando e implementando intervenciones de descenso de peso, en las últimas cuatro décadas ha surgido la necesidad de alejarse de este enfoque normativo pudiendo reconocer múltiples factores que apoyan la salud y el bienestar humano independientemente de la forma o peso corporal.
Como alternativa al paradigma normativo del peso, surge el enfoque inclusivo del peso del cual me encargare de contarte en un próximo NW.
Pero cual trailer te cuento que el enfoque inclusivo se basa en el supuesto de que las personas son capaces de lograr salud y bienestar independientemente del peso, siempre y cuando puedan tener acceso a una atención sanitaria no estigmatizante.
¿Tendrá evidencia científica? ¿Como le va a este enfoque?
Ya veremos!
Muchas pero muchas gracias por dedicarnos parte de tu tiempo. Para nosotras es sumamente valioso que nos dejes comentarios para saber de que te gustaría que hablemos en una próxima edición!
Hasta pronto!
Agus y Anita
De haberlo sabido 10 años atrás 🥲. Gracias por esta info del bien, ya las extrañaba 💜.