Bienvenidx al newsletter en donde conversamos sobre abordaje de la conducta alimentaria y recuperación de desórdenes y trastornos alimentarios, desde un enfoque inclusivo.
Antes de adentrarnos en el tema de hoy, una aclaración importante: Estos artículos tienen únicamente fines informativos y educativos. No reemplazan el asesoramiento individual de ningún profesional de la salud (nutricional, médico, psicológico, psiquiátrico) y no constituyen una relación profesional-paciente.
¡Ahora si! Comencemos.
Hay una frase que se repite constantemente en Nogal y que sale de mi boca a menudo cuando doy clases casi como muletilla y es la siguiente: ¨los TCA no discriminan¨. Hoy vamos a honrar a esa frase porque me ocuparé de abordar un tema del que poco se habla: TCA en la adultez.
Me gustaría comenzar contándoles sobre una conversación que tuve yo (Agus) con una consultante mujer de 40 años en contexto de admisión. Ella me dijo:
¨llamar para recibir tratamiento y que te digan que solo atienden adolescentes te hace pensar que ya no mereces curarte, además de sentir mucha vergüenza¨.
Me quede unos segundo en silencio, tratando de buscar las palabras adecuadas para semejante apertura de sinceridad y crudeza. Mal o bien solo pude responder ¨lamento mucho lo que me estas contando y creo que tiene todo el sentido del mundo este pensamiento en este contexto, por suerte estamos acá - en tu admisión- que es el primer paso para explorar lo que te está sucediendo y lograr , a tu edad o a la edad que sea, una mejor calidad de vida.
Desafortunadamente, el campo que aborda los TCA en Argentina está - en el mejor de los casos - destinado a la población adolescente. Contando algunas instituciones con criterios etarios para admitir o desadmitir a un consultante.
En Nogal, la inclusión es nuestro eje principal. Por ello, no existen limitaciones ni barreras a nuestros tratamientos, a menos que sea necesario por razones del bien del consutante otro dispositivo de tratamiento. Esta mujer, de 40 años, al día de hoy, está en tratamiento. Logró reconocer su problema y busco ( y busco y busco y busco) ayuda.
Sin embargo, a muchas personas adultas les cuesta reconocer que están lidiando con un trastorno alimentario, especialmente en una sociedad donde la cultura de la dieta reina, la idea de eterna juventud es imperativa y quienes sostienen su peso aun con el paso del tiempo son celebrados con arenga en un podio. Lo sintomatológico queda entonces encubierto por ¨comportamientos saludables¨ o ¨disciplina¨ .
¿Por qué puede una persona adulta tener un TCA?
Bueno, por múltiples factores. Hay personas que llegan a la adultez con un TCA que comenzó en la adolescencia/infancia y que nunca fue tratado, hay casos donde sí recibieron tratamiento pero se presenta una ¨recaída¨ en la adultez (no me gusta esa palabra pero en este momento no encuentro otra que exprese lo que quiero decir) y finalmente quienes desarrollan un TCA de primera vez en este momento de la vida.
Estudios recientes muestran que en la adultez, la prevalencia de TCA en mujeres está entre el 2,1 y el 7,7%. A su vez, mientras que durante mucho tiempo se describió como mas prevalente al trastorno por atracón, cada vez hay mayor evidencia de que la anorexia nerviosa también es un trastorno alimentario comúnmente diagnosticado en poblaciones de mayor edad. Los datos sobre comparaciones de diferentes grupos de edad muestran que los TCA muestran picos en la adolescencia y en la menopausia, mientras que los hombres muestran tasas más altas entre los 40 y 50 años.
Dos componentes alejan a las personas adultas de un tratamiento para TCA: la vergüenza y la estigmatización.
Por ello a vos, persona adulta, en una especie de fuerza opuesta quiero decirte algunas cosas:
Nunca es demasiado temprano (o tarde) para buscar apoyo. Los TCA afectan a personas de todas las edades, y si eso incluye a personas de 40, 50, 60, 70 años y más.
Mereces la oportunidad de cambiar tu relación con la comida y tu cuerpo siempre, a cualquier edad.
Compartir lo que te está pasando con alguien de tu confianza puede ayudar con los sentimientos de vergüenza y soledad. Pedir apoyo no tiene límite de edad.
Por ello a vos, profesional de la salud, en una especie de fuerza opuesta quiero decirte algunas cosas:
Podemos colaborar con una mejor calidad de vida, en todas las etapas del ciclo vital. Estudiemos y ocupémonos (o derivemos).
Estudios muestran que lograr una mejoria en la adultez es posible y que figuras importantes en la vida de una persona, no solo la familia nucelar sino pareja, amigxs, colegas, podrían ayudar a la persona a afrontar su TCA.
Si llegaste hasta acá, te agradecemos profundamente por honrar nuestro trabajo con tu tiempo. Para nosotras es sumamente valioso este espacio.
Ojalá nos encontremos la semana que viene, en la próxima edición de este newsletter.
Que tengas una linda semana,
Agus y Ana